Antes de iniciar con el proceso de pintado, es necesario limpiar el acero o aluminio de cualquier tipo imperfecciones que podrían evitar que la pintura se pueda adherir de manera apropiada al mismo. Este proceso lo iniciamos limpiando el acero con un proceso llamada Sandblasting.

El sandblasting consite en atacar el acero con chorros de arena silica, propulsada con aire comprimido. Este proceso ayudará a remover adherencias de oxido, grasa y algunas otras imperfecciones de la superficie del acero.

Así bien, el segundo proceso a seguir será el decapado por medio de ácidos inorgánicos los cuales pueden ser el clorhídrico, sulfúrico y fosfórico. Al efectuar el decapado de acero en una solución acuosa de ácido, éste disuelve la cascarilla y una pequeña parte del metal base, para proteger el la base del acero, junto a los ácidos se utilizan productos inhibidores que limitan el ataque del óxido.

El proceso de pintura electrostática es simple en concepto y funcionamiento. Un polvo seco compuesto de resinas y pigmentos es alimentado desde un depósito de suministro de una pistola en un bajo amperaje, se imparte de carga de alto voltaje al polvo. La pieza que se pintará esta eléctricamente conectada a tierra. Cuando se rocía, las partículas de polvo cargadas son atraídas con firmeza a la superficie de la parte puesta a tierra hasta que se derrita y se funde en una capa lisa en los hornos de curado.

En el proceso de curado de la pintura en polvo, ésta se funde en el horno, mediante una reacción que consigue que el producto adquiera una capa sólida de gran calidad. Este proceso se conoce también por el nombre de polimerización.